La Comisión Europea propone modernizar la legislación de la UE sobre baterías, y presenta su primera iniciativa de las acciones anunciadas dentro del Plan de Acción para la Economía Circular. Unas baterías que sean más sostenibles a lo largo de todo su ciclo de vida resultan clave para los objetivos del Pacto Verde Europeo y para contribuir a alcanzar el objetivo de contaminación cero fijados en él.

Esta propuesta tiene como objetivo minimizar los efectos nocivos de las baterías sobre el medio ambiente. Las reglas cubren su ciclo de vida completo, desde el diseño y la producción hasta la reutilización y el reciclaje.

En consonancia con el Pacto Verde y otras políticas relacionadas con la sostenibilidad, esta iniciativa actualizaría las normas de la UE para garantizar:

  • todas las baterías se producen de forma sostenible (es decir, con un bajo consumo de recursos y pocos residuos generados) y se pueden reciclar fácilmente
  • Las baterías utilizadas en el creciente mercado de vehículos eléctricos son sostenibles.

Para ello, ha elaborado un documento que ha estado en proceso participación público durante 2021 a modo de propuesta de Reglamento de baterías y sus residuos, el cual derogará la Directiva 2006/66/CE y por la que se modifica el Reglamento 2019/1020 (relativo a la vigilancia del mercado y la conformidad de los productos), y ante el cual ANGEREA ha presentado los correspondientes comentarios en defensa de los intereses del sector de gestión de residuos de automoción.

 

Entre los puntos a destacar de esta Propuesta, destacan:

  • Las baterías comercializadas en la UE deben ser sostenibles, de alto rendimiento y seguras a lo largo de todo su ciclo de vida. Esto se traduce en baterías producidas con el menor impacto medioambiental posible, utilizando materiales obtenidos con pleno respeto de los derechos humanos y de las normas sociales y ecológicas. Las baterías deben ser duraderas y seguras y, al final de su vida útil, reutilizarse, remanufacturarse o reciclarse, de forma que los materiales valiosos se reincorporen a la economía.
  • Propone requisitos obligatorios para todas las baterías (las baterías industriales, de automóviles, de vehículos eléctricos y portátiles) comercializadas en el mercado de la UE. Requisitos como el uso de materiales de origen responsable con un empleo restringido de sustancias peligrosas, el contenido mínimo de materiales reciclados, la huella de carbono, el rendimiento, la durabilidad y el etiquetado, así como el cumplimiento de los objetivos de recogida y reciclado, son esenciales para desarrollar una industria de baterías más sostenible y competitiva en toda Europa y en todo el mundo.
  • Para cerrar el círculo y mantener los materiales valiosos utilizados en las baterías durante el mayor tiempo posible en la economía europea, propone establecer nuevos requisitos y objetivos sobre el contenido de materiales reciclados y la recogida, el tratamiento y el reciclado de las baterías en la parte final de su vida útil. Con ello, se garantizaría que la economía no pierda las baterías industriales, de automóviles o de vehículos eléctricos una vez prestado su servicio.
  • Para mejorar significativamente la recogida y el reciclado de baterías portátiles, el porcentaje actual de recogida, equivalente al 45 %, debería ascender al 65 % en 2025 y al 70 % en 2030, de forma que la economía no pierda los materiales de las baterías que utilizamos en los hogares. Otras baterías (las industriales, de automóviles o de vehículos eléctricos) deben recogerse íntegramente. Deben reciclarse todas las baterías recogidas y alcanzarse altos niveles de recuperación, en particular de materiales valiosos como el cobalto, el litio, el níquel y el plomo.
  • El Reglamento propuesto establece un marco que facilitará la reutilización de las baterías de los vehículos eléctricos para que puedan tener una segunda vida, por ejemplo, como sistemas fijos de almacenamiento de energía o como parte de la red eléctrica como recurso energético.
  • El uso de nuevas tecnologías de la información, como el pasaporte para baterías y el espacio de datos asociado, serán fundamentales para un intercambio de datos seguro, una mayor transparencia en el mercado de las baterías y la trazabilidad de las baterías de gran tamaño a lo largo de su ciclo de vida. Permitirá a los fabricantes desarrollar productos y servicios innovadores como parte de la doble transición ecológica y digital.

Mediante sus nuevas normas sobre la sostenibilidad de las baterías, la Comisión también promoverá a escala mundial la transición ecológica y establecerá un plan de acción para nuevas iniciativas en el marco de su política de productos sostenibles